
EN BUSCA DEL ROMÁNICO
Los siete edificios seleccionados en esta ruta están desperdigados por el valle, por lo que haremos la ruta en coche, saliendo, como siempre, desde Pamplona. La mayoría de pueblecitos de esta comarca se sitúan sobre una colina en torno a una iglesia, generalmente románica. Hoy, algunas se encuentran aisladas. Si desean ver el interior de los templos, pueden contratar las visitas guiadas de la Asociación para el Desarrollo de la Valdorba o solicitar las llaves de las iglesias a los sacristanes y/o vecinos del pueblo. Y si viajáis con niños, no olvidéis descargar los juegos con pistas para encontrar en cada iglesia. ¡Se lo pasarán pipa!
Nuestro primer destino será la iglesia de San Pedro de Echano, en Olóriz. Está a tan solo 27 kilómetros de la capital, junto al embalse de Maidaga, en las primeras estribaciones de la peña de Unzué. Es el extremo noroccidental de la Valdorba. Para llegar, dejamos la N-121 y tomamos la comarcal NA-5010 en dirección a Unzué y Olóriz, y a unos 3 km de Olóriz, nos desviamos a la derecha. Pueden aparcar justo enfrente de la Iglesia de San Pedro de Echano, considerada la más importante del valle desde un punto de vista artístico. ¿El motivo? La gran cantidad de elementos de estilo románico que contiene.
Teresa Ausín
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Para disfrutar al máximo de la visita, podéis descargaros al llegar a cada destino la audioguía elaborada en exclusiva para vosotros. Su contenido es deudor, junto con la Enciclopedia del Románico en Navarra, de las fichas técnicas elaboradas por algunos miembros de la asociación Astrolabio Románico.
Para llegar a la siguiente ermita, en Eristáin, damos media vuelta y retomamos la NA-5100. La dejamos en Barásoain, dirección Solchaga (por la comarcal NA- 5151), pero poco antes de llegar, hay que desviarse a la derecha en dirección al caserío de Eristáin. ¿Qué elementos forman este caserío? El palacio, la ermita de Santa María, reconocida desde 1992 como Bien de Interés Cultural, y unas construcciones de uso agrícola.
Para llegar al próximo destino, retrocedemos hasta Garínoain y desde allí nos adentramos en la Valdorba hacia el este por la NA-5100 en dirección a Leoz. Un kilómetro después encontrarán a la derecha, a pie de carretera, la esbelta figura de la iglesia del Santo Cristo de Cataláin; a su lado, se ven las ruinas de otras edificaciones. Es la más tardía de todas las iglesias del valle. Y la más clásica. Además de ser conocida como el centro espiritual, social y político del valle en su momento. Y es que antes, todos los caminos de las distintas zonas del valle de la Valdorba convergían aquí. Por eso, podemos decir que es la iglesia con mayor resonancia litúrgica y devocional de toda la comarca.
Para llegar a Orísoain, donde podrán visitar una de las cuatro criptas que hay en toda Navarra, seguimos dirección Leoz por la NA-5100. Llegando al pueblo desde la carretera se contempla ya la iglesia, desde una perspectiva que muestra la clara finalidad defensiva de estas construcciones en época medieval. La parroquia de San Martín de Tours, en Orísoain guardó el secreto de la cripta durante cientos de años, hasta su redescubrimiento en la década de los sesenta. Una vez dentro de la localidad, podemos aparcar el coche junto a la casa rural Palacio de Orísoain.
De nuevo en dirección a Leoz y tras pasar por Amunarrizqueta, llegarán al siguiente pueblo: Iracheta. En su centro contemplarán, dentro del terreno que perteneció a la encomienda de los caballeros hospitalarios de San Juan de Jerusalén, un conjunto formado por la iglesia de San Esteban, la casa Cancan, un pozo de agua y un hórreo: el elemento más valioso. Situado en la merindad de Olite, es el hórreo más al sur de Navarra y, también, el más grande y original.
Desde la parte trasera de Iracheta podrán contemplar el pueblo de Leoz, situado sólo a tres kilómetros, aunque plagados de curvas. Estamos ya en el extremo noroeste de la Valdorba, a 39 km de Pamplona. La Iglesia de San Esteban Protomártir pertenece al románico tardío y tiene influencias del arte cisterciense.
El recorrido románico por la Valdorba se puede completar con un paseo a pie por Sabaiza, una de las 72 fincas que forman parte del patrimonio forestal del Gobierno de Navarra. Para llegar allí es preciso continuar por la carretera desde Leoz. Se deja a la derecha el desvío a la localidad de Uzquita y se continúa unos dos kilómetros. La carretera muere junto al acceso a la finca, presidido por un letrero. Sabaiza es el nombre de uno de los pueblecitos que formaban el antiguo valle de La Vizcaya. Los otros eran Guetadar, Arteta, Julio, Usumbelz, Gardaláin, Irangoiti y Loya, todos ellos abandonados desde hace décadas, a excepción de Gardaláin, reconstruido en los últimos años de forma voluntaria por un grupo de jóvenes. La Diputación Foral de Navarra adquirió los terrenos en 1944 y los repobló, principalmente con pinos, pero también con encinas y quejigos.
La finca de Sabaiza tiene una extensión de 3.475 hectáreas y está recorrida por varias pistas que permiten caminar de forma despreocupada. Una de ellas llega hasta Guetadar, donde la iglesia y una de las casas funcionan como albergue para campamentos y convivencias juveniles.
Por último, iniciaremos el camino de vuelta a la N-121, de la que saldremos a la altura de Pueyo para tomar la NA-5110, al final de la cual, después de pasar Maquirriain, llegaremos a Olleta. Dado que esta pequeña población del extremo sureste de la Valdorba es una de las localidades más alejadas de la capital (está a 57 kilómetros) una propuesta es la de comer en el restaurante El Maño. Está de camino, y el parón les permitirá disfrutar del último punto de la ruta con todas sus energías.


