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MÚSICA DE BRONCE

1909

Vaquerín nace en Muguetajarra

1916

Vaquerín y su familia se trasladan a

Torrejón de Ardoz, Madrid. Empieza

su interés por el toreo

“Triste condición la del cantante para perpetuar su nombre: gano cuanto quiero; cobro en una noche más que el primer ministro en un mes; esta garganta es una mina de oro en monedas; me buscan, agasajan y adulan, públicos, reyes, príncipes, artistas, admiradores; y ninguno piensa como yo, en que cuando esta voz se acabe, se habrá acabado mi memoria”.

Julián Gayarre

 

 

 

Brais Cedeira

Gayarre inició su obra en el Roncal, el pueblo que le vio nacer. Pese a la fama que alcanzó en todo el continente, jamás olvidó sus orígenes. No lo tuvo fácil. En su juventud, la mayor parte de la población del valle se dedicaba a las labores del campo. Quizá por eso se convirtió en una especie de mecenas, en el impulsor de mejoras que hicieran del Roncal un lugar con mejores oportunidades. Algunas de las escuelas que allí se construyeron son obra suya; él no pudo aprender a leer y escribir hasta que salió de Pamplona a los 12 años, y no quiso que lo mismo le pasara a sus paisanos.

 

Aquejado de un tumor en la laringe, en diciembre de 1889 abandonó los escenarios para siempre. Aquella noche, la voz se le quebró dos veces. No hubo una tercera. Sus proyectos para mejorar el valle se encontraban en pleno desarrollo cuando la muerte le llegó a principios del año 1890.

 

Gayarre siempre había querido ser enterrado en el Roncal. La obra del mausoleo corrió a cargo de Mariano Benlliure, que realizó el sepulcro entre 1891 y 1895. Sin embargo, la gran belleza del monumento hizo que, antes de recalar en el Roncal, fuera expuesto en Madrid y en París, donde obtuvo la Medalla de Honor de escultura durante la Exposición Universal del año 1900. La obra alcanzó tanto éxito que la reina regente, María Cristina, madre de Alfonso XIII, quiso que el mausoleo se quedase en Madrid delante del Teatro Real, en la plaza de Isabel II. Aquella ópera había sido testigo de las innumerables noches triunfales del cantante. Pero la familia del tenor se negó. Valentín Gayarre, su sobrino, insistió en que esta gran obra de arte recalara en Roncal. Hoy reposa en el panteón, junto a su tío.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El conjunto labrado en bronce se alza sobre cuatro zócalos de mármol blanco en el centro del cementerio roncalés. Una mujer de bronce sostiene una lira y llora a los pies del mausoleo. Es la Música, desconsolada por la pérdida del tenor. Pero no toda esperanza está perdida. Sobre ella, dos buenas amigas elevan al cielo el sepulcro abierto. Son la Armonía y la Melodía, dos alegorías de las inseparables dotes que tenía su voz. Mientras, un ángel arrima su oreja al ataúd, tratando de escuchar alguna de las melodías del tenor. Es la alegoría de la Fama, esa que solo alcanzó la voz de Gayarre. Ellas fueron las armas con las que conquistó las óperas de toda Europa. El conjunto parece levitar, evocando un pentagrama de líneas de bronce y de mármol, de formas sinuosas, consistentes pero ingrávidas. Un conjunto a la altura de los restos que custodia.

1844

1859

Chico de una mercería en Pamplona. Oye música por primera vez

Se va a Pamplona. Comienza a trabajar en la herrería Pinakid

1863

1865

Ingresa en el Orfeón Pamplonés

Marcha a estudiar música a Madridd

1866

1869

LLega a Milán

Nace en 

el Roncal

Julián Gayarre - Orbela
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La vida de 

Julián Gayarre

1872

1876

1889

Canta por primera vez "Lucrecia de Borgia"

Enero. Se consagra en “La Scala” de Milán

Su última noche en la óperad

1890

1873

1882

Le extraen la laringe. Fallece de madrugada

Asiste con Pablo Sarasate a los Sanferminess

Canta en Moscú

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