
LANDA Y SUS CAMILLEROS
La intervención de Nicasio Landa y los voluntarios de la Cruz Roja fue decisiva para ayudar a los heridos en combate durante el asalto liberal a Oroquieta en 1872. A estos voluntarios se les conoce como “los camilleros de Landa” y fueron los primeros en intervenir en nuestro país.
Nicasio Landa y Álvarez de Carvallo nació en Pamplona el 11 de octubre de 1830. Se licenció en medicina en 1854. Ayudó entonces a combatir una epidemia de cólera que azotaba España en esos años y, más tarde, luchó contra otras pandemias acaecidas durante el XIX, como la fiebre amarilla. Después comenzó carrera como cirujano en el ámbito militar y ascendió hasta llegar a ser el Médico Mayor de Sanidad Militar.
En 1863 Jean-Henri Dunant fundó el Movimiento Internacional de la Cruz Roja junto a otros cuatro ciudadanos suizos. Dunant escribió a España solicitando a la Orden de San Juan de Jerusalén (posteriormente conocida como la Orden de Malta) que enviasen una delegación oficial a la conferencia internacional en Ginebra que se celebraba en Octubre. El propósito de la reunión era fundar asociaciones de socorro de heridos en el campo de batalla a nivel mundial. La Orden de San Juan de Jerusalén recibió positivamente la convocatoria e, inmediatamente, se puso en contacto con el Ministerio de la Guerra para que enviase a un representante a la conferencia ginebrina. La persona designada fue Nicasio Landa, aunque además la Orden nombró a uno de sus miembros, Joaquín Agulló, para que le acompañase. En Ginebra, Nicasio Landa presentó su invento: el “mandil-Landa”. Consistía en una vara de madera, un lienzo y correas que permitía trasladar con agilidad a los heridos, sustituyendo en determinados casos a las camillas. Fue un invento revolucionario que se extendió rápidamente por todo el mundo.
Al su regreso a España, Landa y Agulló informaron a sus respectivas instituciones y se constituyó la Junta Organizadora de la "Asociación Internacional de Socorro a Heridos en Campaña de Mar y Tierra. Sección Española". Puestos de acuerdo el Gobierno y la Junta Organizadora, el 6 de julio de 1864 se publicó la Real Orden de Isabel II, en la que Cruz Roja quedó definitivamente constituida en España. Nicasio Landa y Joaquín Agulló quisieron que fuese Navarra la primera en constituir una Asamblea de voluntarios de esta institución. Por eso, el 5 de julio de 1864 (un día antes de su constitución nacional en Madrid) nacía en Pamplona la Cruz Roja Navarra.
Ocho años más tarde, los primeros voluntarios, con el doctor Nicasio Landa al frente, pusieron en práctica los principios de la organización al atender a los heridos en la Batalla de Oroquieta. En esta primera actuación, se conoció a los voluntarios de la Cruz Roja como los “camilleros de Landa”, sobrenombre que duró varios años. Los camilleros, al ser neutrales en la Tercera Guerra Carlista, pudieron actuar como intermediarios entre los dos bandos. Gracias a ellos se obtuvo la suspensión de las hostilidades en Estella para retirar a los heridos liberales del fuerte, y en Pamplona para dejar pasar los convoyes de heridos carlistas.
En 1874 se abrió el primer Hospital de la Cruz Roja Española, concretamente entre los muros del Palacio de Guenduláin en Tafalla. Desde Navarra, y antes de finalizar el siglo XIX, los "camilleros de Landa" viajaron a Cuba para ayudar en la guerra hispano-cubana. De 1896 a 1900 se encomendó a esta institución la repatriación de los soldados españoles que habían combatido en Cuba y Filipinas. Entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX, en Cruz Roja Española se produjeron sucesivas reformas que dieron pie a una Cruz Roja más operativa, que es la que conocemos hoy.
Nicasio Landa falleció el 11 de abril de 1981 en Pamplona, pero su recuerdo aún sigue presente en algunos lugares de Navarra. En Pamplona tiene una escultura en el complejo hospitalario y un colegio con su nombre. Y, cómo no, en Oroquieta hay un monumento que recuerda a los “camilleros de Landa” y al “Henry Dunant español”.
Iñigo García


