
EL SILENCIO ANTIGUO DE UKERDI
Javier Marrodán

Ukerdi es una de las tres reservas integrales que existen en Navarra. Se trata por tanto de uno de los lugares de la Comunidad foral más interesantes desde el punto de vista ecológico. Se encuentra en el corazón del macizo de Larra, en la cabecera del valle de Belagua, al pie del Pirineo, muy cerca de la frontera con Francia.
Las otras dos reservas integrales son Aztaparreta y Lizardoia. La primera es un hayedo-abetal que rodea la majestuosa proa del monte Txamantxoia, a apenas tres kilómetros en línea recta de Ukerdi. Lizardoia es un reducto escondido del bosque del Irati. Forma parte del monte La Cuestión y también acoge un bosque singular de hayas y abetos.
La reserva integral de Ukerdi tiene una extensión de 309 hectáreas. Fue catalogada en 1987. Los técnicos entendieron que se trataba de un área que había evolucionado de forma natural, algo que está estrechamente relacionado con su ubicación, en un paraje más bien remoto, de relieve intrincado y desigual, alejado de cualquier carretera o núcleo urbano. El único camino quelo recorre es la vieja senda que conduce a la Mesa de los Tres Reyes a través del collado de Larrería.
El comienzo de la ruta. El camino arranca junto al antiguo refugio del Club Deportivo Navarra, a 1.428 metros de altitud. El edificio —hoy prácticamente en ruinas— se empezó a construir en 1968 de acuerdo al proyecto diseñado por el arquitecto José María Yárnoz y se inauguró en 1971, cuando el trazado de las carreteras y las limitaciones de los vehículos aún complicaban enormementelas expediciones al Pirineo. El hecho de tener un lugar donde alojarse abrió nuevas expectativas a los montañeros y el refugio fue durante años una referencia emblemática entre los aficionados. Jesús María Garísoain Goñi, uno de los veteranos del montañismo navarro, presidente durante mucho tiempo dela Sección de Montaña de Anaitasuna, escribió hace ya años que “el refugio de Belagua fue, desde sus inicios, algo más que un refugio, fue una manera de entender la vida y la montaña, fue escuela de guardas de refugio, centro de ideas, proyectos, ilusiones y una forma de relacionarse”. El alpinista Iñaki Ochoa de Olza, fallecido en abril de 2008 en el Annapurna, fue uno de los encargados de atenderlo. Desde 1992 lleva el nombre de Ángel Olorón (1925-2005), un homenaje más que merecido a uno de los principales impulsores del montañismo en la Comunidad Foral, presidente en varias ocasiones del Club Deportivo Navarra y autor de más de 17.000 fotografías montes, paisajes yexpediciones. Cerrado desde 2004, la Federación Navarra de Montaña acordó en mayo de 2015 abrir parcialmente el refugio de Belagua para los aficionados que lo deseen.
El refugio dispone de un espacioso aparcamiento al que se accede desde la carretera NA-137, que recorre el valle de Belagua.
La ruta hacia Ukerdi sigue inicialmente las señales blancas y rojas de la GR-11: desciende hacia la pradera que se extiende a los pies del refugio, dobla a la derecha, recorre un pasillo de suelo irregular y pendiente en descenso, y dobla a la izquierda, adentrándose en un bosque de hayas frondoso y acogedor en el que es posible intuir la presencia de algún jabalí y donde se pueden recoger hermosos ejemplares de distintos tipos de boletus desde mediados de verano.
Al pie de Lapazarra. La pendiente se va acentuando y el camino abandona el bosque al pie de la cresta del Lapazarra (1.786 metros), que se recorre en paralelo, con impresionantes vistas sobre el rincón de Belagua y el macizo de Lapaquiza. Se llega poco después al collado de Larrería, con una perspectiva magnífica sobre las cimas del Ukerdi (2.256 metros) y del Budoguía (2.366 metros).
El camino desciende hasta una bifurcación: las marchas blancas y rojas siguen hacia la derecha, pero es preciso seguir de frente a través de una senda estrecha y bien dibujada que cuenta cada pocos metros con hitos formados por piedras.
El bosque que va envolviendo al caminante adquiere en algunos tramos una consistencia selvática. La topografía de Ukerdi, como toda la del macizo kárstico de Larra, es muy accidentada. Las dolinas o depresiones del terreno se alternan con pequeñas elevaciones y paredes calizas que en ocasiones exigen ayudarse de las manos. La especie principal es el haya, pero hay abetos y pinos negros, además de otras especies arbustivas.
La comunidad faunística de Ukerdi es también muy interesante: forman partede ella el sarrio —especialmente al final, en el acceso a la Hoya de la Solana—, el armiño, el piquituerto, el acentor alpino, el verderón, el mirlo capiblanco, el reyezuelo sencillo o la chova piquigualda, según se detalla en la Gran Enciclopedia Navarra.





Descargar PDF